Cuando los enemigos están en casa ya no sólo los problemas son los rivales de turno, sino que se juega con desventaja desde el principio. Símbolo de esta situación es el Betis con unos dirigentes que lejos de solucionar problemas son la fuente real de los problemas. Donde se debe planificar, delegar y organizar reina el caos, donde se debe dar la cara ante manifestaciones y protesta aquí el jefazo se esconde en el búnker.
No hay que tener una imaginación muy aguda para conocer la catadura moral de unos personajes que no tienen la dignidad ni para marcharse de un sitio de donde nadie los quiere. Ni la mayor manifestación que se ha celebrado referente al fútbol ha bastado para que estos individuos se hayan dado cuenta del daño que están haciendo. Lejos de recapacitar y aprender, se dedican a rendir cuentas mínimamente por lo legalmente estipulado en las anuales juntas de accionistas. Eso si, convocándose en un 30 de diciembre y con ultras de por medio para que se acallen a todo el que plantee otros modos de gestión.
Ante esta situación, las escasas victorias y logros del equipo significan poco más que un parche para una enfermedad mucho más grave y un balón de oxígeno para los que son los culpables de esta situación.
Hoy contra el Salamanca victoria con una imagen horrible que en un club normal significaría la marcha del entrenador por no saber formar un equipo a mitad de competición, pero aquí no pasará nada. Se puede perder un partido o dos...lo que no se puede permitir es el caos y la falta de sangre y orden en el juego como tampoco que todos los rivales te ganen en actitud desde el minuto 1 hasta el 90. Lopera como te estarás cargando al Betis que hasta la afición se está hartando de él.
Mejor del partido: Afición
Real Betis 1 0 Salamanca 
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