Hay veces que por empeñarnos en nuestras ideas no vemos que lo realmente estamos haciendo es alimentar un estado de tensión constante que a lo que al final lleva es al perjuicio del colectivo. Todos estamos hartos pero lo que hay es lo que hay y lo principal es estar unidos a muerte y ahora mucho más en los momentos difíciles. No tiene sentido cargar contra los jugadores constantemente en el campo, el entrenador será el responsable y si es lo que hay disponible habrá que señalar a otras parcelas. Si viene el que sea habrá que aceptarlo y estar con ellos a muerte.
Lo que es cierto es que entre el entorno, una prensa que continuamente retroalimenta este mal ambiente y lo que vemos en el campo cada domingo a los béticos los están volviendo todos locos. Mientras que exista este entorno negativo los únicos que salen ganando son los rivales.
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