El barco se hunde y parece que sin remedio. Los que lo dirigen lo abandonaron hace ya mucho tiempo y ahora sólo se preocupan de crearse personajes como los del jeque para que aquí no se mire a lo verdaderamente importante.
El capitan, utilizado como parapeto por los dirigentes, lejos ya de motivar a los marineros ve como cada vez más se le amotinan más en su contra, es lo que suele pasar cuando sólo se cuenta con 14, dejando al resto del grupo en el ostracismo más absoluto. Otros han dejado de creer en él simplemente porque no ha sabido ,teniendo mimbres, crear un equipo. Los de abajo y los de arriba son dos mundos completamente diferentes, no hay equilibrio en el centro, no hay equipo,la recuperación de balón es inexistente y la defensa sólo depende de los cuatro de atrás. Si a todo esto unimos sus cambios sin sentido y su actitud actual, se hace ahora más que nunca necesario un revulsivo en el puesto de quien lleva el timón del barco.
Bien es cierto que todo no es culpa de Chaparro, partidos como los de ayer, mallorca o getafe son ejemplos de ello donde el equipo con todo a favor no sabe ganar partidos. Sólo un poco de oficio habría bastado para ganar. Pero si de algo carece el Betis especialmente es de eso,echarle oficio y más viendo la situación actual.
Próxima final en Santander, con muchas bajas, pero con las vueltas de Edu y Capi. Ojalá esperemos que sea un domingo de "resurreción" y se gane de una vez un partido.
Donde hay vida, hay esperanza.
